Ejemplo de ser simples en las formas y buscar contenidos de calado:
– Don Laureano López Rodó fue el invitado en un programa televisivo a título póstumo. Fueron muchas las preguntas curiosas de tan poco común circunstancia.
Le pidieron una frase a modo de Epílogo de su vida. Él, con fuerza, dijo, recordando a Teresa de Jesús:
– Sólo Dios basta.
Otro mensaje profundo, pero simple en las maneras de expresarse:
– Un hombre, buen catalán, al filo de la última hora y en el lecho del dolor llama a sus hijos para transmitirles sus últimas palabras:
– y ahora lo más importante y el resumen del saber en los negocios: compra barato y vende caro.
Para escribir hay que leer mucho; para escribir mucho hay que leer bien. Para leer hay que escribir lo que se quiere recordar.
Para lanzar el mensaje y que llegue se debe buscar la simplicidad; qué difícil ser simple (de ahí la importancia de la lectura); además… en el momento preciso, con la fuerza necesaria, con el menor número de palabras que uno pueda.