HAY QUE MATAR ESOS BICHOS CUANDO SON PEQUEÑOS
Lucha pronta. No esperar a que los defectos o problemas se hagan grandes. Luchar en cuanto aparezcan los síntomas.
Salió el hombre por primera vez de su pueblo. Montado en su burra se encontró con un camino extraño:
– Era un caminico con palicos atravesaos y dos hierros largos a los lados… Ibamos la mula y yo tan tranquilos cuando aparece la oruga gigante… Y me hace este ruido: PIIIII, ¡Piiiii! Chufla, chufla, -le dije- Aquí estaba yo antes; así que como no te apartes tú…
La siguiente escena es del pueblerino en la sala de Trauma del hospital con todo tipo de vendajes y escayolas. Había pocos huesos sanos.
Y de pronto, una enfermera aparece con una tetera de las que pitan, el hombre se incorpora como puede, agarra un gayato (BASTÓN), y empieza a golpear la tetera ante la sorpresa de la enfermera: – No se asuste; esta oruga es malísima cuando crece: a estos bichicos hay que matarlos cuando son pequeñicos…