Consejos prácticos para guardar y cuidar las mantelerías:
- Guardar sin planchar: Almacenar las mantelerías sin planchar puede prevenir que se fijen manchas durante el almacenamiento. Esto facilita su preparación para el próximo uso sin la necesidad inmediata de planchado.
- Utilizar menos detergente: Al lavar las mantelerías, emplea una cantidad moderada de detergente. El exceso de detergente no solo es innecesario, sino que también puede dejar residuos que pueden favorecer la aparición de manchas con el tiempo.
- Secar completamente antes de guardar: Asegúrate de que las mantelerías estén completamente secas antes de guardarlas. La humedad residual puede provocar malos olores y la formación de moho si se almacenan antes de secarse por completo.
- Almacenamiento en un lugar fresco y seco: Guarda las mantelerías en un lugar fresco y seco para prevenir la formación de humedad y la proliferación de bacterias. Evita los lugares expuestos a la luz directa del sol, ya que puede desvanecer los colores con el tiempo.
- Revisión periódica: Realiza revisiones periódicas de las mantelerías almacenadas para asegurarte de que no haya manchas que requieran atención especial. Tratar las manchas cuanto antes facilita su eliminación y preserva la apariencia de las mantelerías.
- Doblar correctamente: Dobla las mantelerías de manera uniforme y evita pliegues pronunciados que puedan ser difíciles de eliminar después. Un almacenamiento adecuado ayuda a mantenerlas listas para usar sin arrugas excesivas.
Estos consejos simples ayudarán a mantener tus mantelerías en buenas condiciones, listas para cada ocasión sin preocupaciones por manchas difíciles de manejar o deterioro prematuro.