1. Evalúa antes de empezar: Antes de sacar todo, toma unos minutos para evaluar qué ropa realmente necesitas y qué prendas ya no usas. Esto te ayudará a hacer el proceso más eficiente.
  2. Orden por categorías: Agrupa la ropa por categorías (pantalones, camisetas, vestidos, etc.) y luego por tipo (formal, casual, deportivo). Esto facilitará decidir qué guardar, donar o desechar.
  3. Revisa y reorganiza: Aprovecha para revisar el estado de cada prenda. Si algo necesita reparación o limpieza especial, hazlo antes de guardar.
  4. Optimiza el espacio: Utiliza organizadores como cajas, cestas o bolsas al vacío para maximizar el espacio disponible en tu armario. Esto también te ayudará a mantener ordenadas las prendas de temporada.
  5. Rotación de prendas: Al guardar la ropa de temporada pasada, coloca las prendas más pesadas y menos usadas hacia el fondo y las más ligeras y accesibles al frente. Así optimizas el acceso y el espacio.
  6. Etiquetado y clasificación: Etiqueta las cajas claramente con el contenido y la talla si es relevante. Esto facilitará el próximo cambio de armario y evitará confusiones.
  7. Donaciones y reciclaje: Separa claramente las prendas que donarás y las que desecharás. Recuerda que muchas prendas en buen estado pueden ser útiles para otros.
  8. Mantenimiento del orden: Una vez completado el cambio, mantén una rutina de mantenimiento para evitar acumular ropa innecesaria y asegurarte de que todo esté siempre accesible y en buen estado.