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Wittgenstein y el tren
Se cuenta que el filósofo Ludwig Wittgenstein se encontraba en la estación de Cambridge esperando el tren con una colega.
Mientras esperaban se enfrascaron en una discusión de tal manera que no se dieron cuenta de la salida del tren. Al ver que el tren comenzaba a alejarse Wittgenstein echó a correr en su persecución y su colega detrás de él.
Wittgenstein consiguió subirse al tren pero no así su colega. Al ver su cara de desconsuelo, un mozo que estaba en el andén le dijo, – no se preocupe, dentro de diez minutos sale otro. – Ud. no lo entiende- le contestó ella- él había venido a despedirme.
Una tertulia de físicos Werner Heisenberg y otros grandes físicos se encontraban una tarde de tertulia hablando de Dios y religión.
La discusión acabó dominada por Paul Dirac que entró en una larga diatriba declarando que la religión era el opio de las masas.
Al final de la tarde alguien se volvió hacia el brillante Wolfgang Pauli y dijo, «Has estado muy silencioso esta tarde, Pauli. ¿Que opinas de lo que Dirac nos está contando?»
Pauli respondió, «Si entiendo correctamente a Dirac, lo que quiere decir es: no hay Dios, y Dirac es su Profeta.»
El telegrama de Dirichlet
El matemático P.G. Lejeune-Dirichlet(1805-1859) no era partidario de escribir cartas.
Se cuenta que una de las pocas veces que escribió alguna misiva fué en el nacimiento de su primer hijo.
Dirichlet envió un telegrama a su suegro con el mensaje siguiente: 2 + 1 = 3 Dirac y la poesía
Cuando el físico norteamericano J.Robert Oppenheimer se encontraba trabajando en Göttingen fue a verlo Paul Dirac y mantuvieron la siguiente conversación: «Me han contado que escribes poesía.
No puedo entender como alguien que trabaja en los límites de la física puede simultanear su trabajo con la poesía que representa una actividad en el polo opuesto. Cuando trabajas en ciencia tienes que escribir sobre cosas que nadie sabe con palabras que todo el mundo sea capaz de entender.
Al escribir poesía estás limitado a decir… algo que todo el mundo sabe con palabras que nadie entiende».
Los apuros de Tamm
En el transcurso de la revolución rusa el físico matemático Igor Yevgenyevich Tamm, Premio Nóbel en 1958, fue apresado por un grupo de anticomunistas que creyeron que era un agitador comunista.
Cuando lo llevaron a su jefe éste le preguntó a que se dedicaba para ganarse la vida y Tamm le contestó que era matemático.
«Esta bien», dijo el jefe mientras se colocaba las cartucheras con las balas y las granadas alrededor del cuello, «determina el error que se produce cuando la aproximación mediante series de Taylor a una función se trunca a partir del término n-ésimo.
Si lo haces correctamente te dejaremos en libertad, si fallas te fusilaremos.»
Con pulso tembloroso Tamm calculó lo que le pedía escribiendo con sus dedos en el polvo. Al acabar, el cabecilla echó una rápida mirada al resultado y lo dejo marchar.
El chofer de Einstein
Se cuenta que en los años 20 cuando Albert Einstein empezaba a ser conocido por su teoría de la relatividad, era con frecuencia solicitado por las universidades para dar conferencias.
Como no le gustaba conducir y sin embargo el coche le resultaba muy cómodo para sus desplazamientos, contrató los servicios de un chofer.
Después de varios días de viaje, Einstein le comentó al chofer lo aburrido que era repetir lo mismo una y otra vez.
«Si quiere», le dijo el chofer, «le puedo sustituir por una noche. He oído su conferencia tantas veces que la puedo recitar palabra por palabra.»
Einstein le tomó la palabra y antes de llegar al siguiente lugar, intercambiaron sus ropas y Einstein se puso al volante. Llegaron a la sala donde se iba a celebran la conferencia y como ninguno de los académicos presentes conocía a Einstein, no se descubrió el engaño. El chofer expuso la conferencia que había oído a repetir tantas veces a Einstein. Al final, un profesor en la audiencia le hizo una pregunta.
El chofer no tenía ni idea de cual podía ser la respuesta, sin embargo tuvo un golpe de inspiración y le contesto: «La pregunta que me hace es tan sencilla que dejaré que mi chofer, que se encuentra al final de la sala, se la responda».
Aunque la historia precedente es probablemente falsa, no por eso deja de ser divertida.
Más frases
A
«A fuerza de hablar de amor, uno llega a enamorarse. Nada tan fácil. Esta es la pasión más natural del hombre.»
«A la verdad se llega no sólo por la razón, sino también por el corazón.»
«Al no poder conseguir que sea forzoso obedecer a la justicia, se ha hecho que sea justo obedecer a la fuerza.»
«Aquel que duda y no investiga, se torna no sólo infeliz, sino también injusto.»
B
«Burlarse de la filosofía es ya filosofar»
C
«Conocemos la verdad no solo por la razón, sino por el corazón.»
«Cuando leemos demasiado deprisa o demasiado despacio, no entendemos nada
«Cuando no se ama demasiado no se ama lo suficiente.»
«Cuando uno se queje de su trabajo, que lo pongan a no hacer nada.»
«Cuanto más talento tiene el hombre, más se inclina a creer en el ajeno».
D
«¿De qué sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma?»
«Decidor de frases ingeniosas: mal carácter.»
«Descripción del hombre: dependencia, deseo de independencia, necesidad.»
«Debemos creer, no por las pruebas, sino por convencimiento.»
«Dicen que el hábito es una segunda naturaleza. Quien sabe, empero, si la naturaleza no es primero un hábito.»
«Dos extremos: excluir la razón y no admitir más que la razón.»
E
«El amor no tiene edad; siempre está naciendo.»
«El arte de persuadir consiste tanto en el de agradar como en el de convencer; ya que los hombres se gobiernan más por el capricho que por la razón.»
«El corazón tiene razones que la razón desconoce.»
«El demonio está sobre la lengua del que murmura.»
«El egoísta odia la soledad.»
«El hombre está dispuesto siempre a negar todo aquello que no comprende.»
«El hombre es una caña, la más débil de todas, pero una caña que piensa.»
«El hombre está visiblemente hecho para pensar. En ello radica su fin y su esencia (…). Pero ¿en qué piensan las gentes? Jamás en esto, sino en bailar, cantar, hacer versos, correr sortijas, construir seres, hacerse reyes sin saber lo que es ser rey y ser hombre.»
«El hombre, por naturaleza, es crédulo, incrédulo, tímido y temerario.»
«El hombre se supera a si mismo infinitamente porque siempre está en camino hacia la plenitud
infinita.»
«El hombre tiene ilusiones como el pájaro alas. Eso es lo que lo sostiene.»
«El mundo está lleno de buenas máximas y vacío de gente que las aplique.»
«El orgullo contrapesa todas las miserias. O bien las oculta o, si las descubre, se glorifica a sí mismo por haberlas conocido.»
«El pasado y el presente solamente son medio para nosotros: el futuro es siempre nuestro fin. Por eso nunca vivimos realmente, sino que esperamos vivir. Alucinados siempre por esta esperanza de ser felices algún día, es inevitable que no lo seamos nunca.»
«El placer de amar sin osar confesarlo tiene sus penas, pero también sus dulzuras.»
«El rey está rodeado de gente que no piensan sino en divertirlo y en impedir que piense en sí mismo. Porque, por muy rey que sea, es desgraciado si piensa en ello.»
«El tiempo amortigua las pesadumbres y las desavenencias, porque en él cambiamos y nos convertimos en cierto modo en otras personas.»
«El universo es una esfera infinita cuyo centro está en todas partes y la circunferencia en ninguna.»
«En el corazón de todo hombre existe un vacío que tiene la forma de Dios. Este vacío no puede ser llenado por ninguna cosa creada. Él puede ser llenado únicamente por Dios, hecho conocido mediante Cristo Jesús.»
«En las religiones es preciso ser sinceros; verdaderos paganos, verdaderos judíos, verdaderos cristianos.»
«Entre nosotros y el cielo o el infierno no hay más que la vida, que es la cosa más frágil de todas».
«¿Es la prisa la pasión de los necios?»
«Es más fácil soportar la muerte sin pensar en ella, que soportar su pensamiento sin morir.»
«Es más hermoso saber algo de todo que saber todo de una cosa; esta universalidad es más bella. Si se pudiera tener las dos, mucho mejor; pero es preciso elegir.»
«Es miserable saberse miserable, pero es ser grande reconocer que se es miserable.»
«Es mucho mejor conocer algo acerca de todo, que acerca de una sola cosa. Lo universal es siempre mejor.»
«Es sin duda un mal, estar lleno de defectos; pero es todavía un mal mayor estar lleno de ellos y no quererlo reconocer, porque es añadir todavía el de una ilusión voluntaria.»
«Esforcémonos en obrar bien: he aquí el principio de la moral.»
«Esforzarse en pensar bien; he aquí el principio de la moral.»
«Estando siempre dispuestos a ser felices, es inevitable no serlo alguna vez.»
«Existen tres medios de crecer: la razón, la costumbre y la inspiración.»
H
«He redactado esta carta más extensa de lo usual porque carezco de tiempo para escribirla más breve.»
L
«La conciencia es el mejor libro moral que tenemos.»
«La contradicción no es una señal de falsedad, ni la carencia de contradicción una señal de verdad.»
«La curiosidad no es más que vanidad. En la mayoría de los casos, sólo queremos saber algo para hablar de ello.»
«La desgracia del hombre se debe a que no quiere permanecer tranquilo en su habitación, que es su lugar.»
«La desgracia descubre al alma luces que la prosperidad no llega a percibir.»
«La elocuencia es la pintura del pensamiento.»
«La falsa humildad equivale a orgullo.»
«La fantasía es parecida y contraria al sentimiento.»
«La Fe dice lo que no dicen los sentidos, pero no lo contrario de lo que ven. Está por encima de ellos pero no contra ellos.»
«La felicidad es un artículo maravilloso: cuanto más se da, más le queda a uno.»
«La felicidad total del hombre consiste en disfrutar de la estimación de los demás.»
«La filosofía consiste en reírse de la filosofía.»
«La grandeza de un hombre consiste en saber reconocer su propia pequeñez.»
«La imaginación dispone de todo; crea belleza, justicia, y felicidad, que es el todo del mundo.»
«La justicia sin la fuerza es irrisoria; la fuerza sin justicia es tiranía.»
«La mayoría de los males les vienen a los hombres por no quedarse en casa.»
«La moral es la ciencia por excelencia; es el arte de vivir bien y de ser dichoso.»
«La naturaleza es una esfera infinita cuyo centro está en todas partes y su circunferencia en
ninguno.»
«La naturaleza tiene perfecciones para demostrar que es imagen de dios e imperfecciones para probar
que sólo es una imagen.»
«La razón obra con lentitud, y con tantas miras, sobre tantos principios, que a cada momento se adormece o extravía. La pasión obra en un instante.»
«La reina del mundo es la fuerza y no la opinión; pero es la opinión quien usa de la fuerza.»
«La verdad de la religión estriba en su misma oscuridad, en la escasa luz que tenemos sobre ella y en nuestra indiferencia por esa luz.»
» La verdad es útil a quien la escucha, pero desventajosa a quien la dice, porque lo hace odioso.»
«La virtud de un hombre no debe medirse por su esfuerza, sino por sus obras cotidianas.»
«Lo que se ve con frecuencia no maravilla… Lo que nunca se vio, cuando ocurre, se tiene por
prodigio.»
«Lo último que uno sabe es por donde empezar.»
«Los extremos se tocan.»
«Los hábitos son una segunda naturaleza que destruye a la primera.
«Los hombres no aman naturalmente sino aquello que puede serles útil.»
«Los hombres son tan necesariamente locos que sería estar loco, con otro género de locura, no estar loco.»
«Los mejores libros son aquellos que quienes los leen creen que también ellos pudieron haberlos escrito.»
M
«Más fácil es aguantar la muerte sin pensar en ella, que el sufrimiento de morir.»
«Miseria del hombre sin Dios implica felicidad del hombre con Dios.»
«Muy débil es la razón si no llega a comprender que hay muchas cosas que la sobrepasan.»
N
«Nadie habla en nuestra presencia del mismo modo que en nuestra ausencia. La sociedad humana está fundada en este mutuo engaño.»
«Ni la contradicción es indicio de falsedad, ni la falta de contradicción es indicio de verdad.»
«No conocemos a Dios sino por Jesucristo [1] (…) De ahí que yo rehúse todas las demás religiones…[2] Todo hombre puede hacer lo que ha hecho Mahoma; porque no ha hecho milagros; no ha sido predicho. Nadie puede hacer lo que ha hecho Jesucristo.»[3]
«No creo en las revoluciones que cambian el orden de las cosas y no cambian el corazón del hombre.»
«No debo buscar mi dignidad en el espacio, sino en el gobierno de mi pensamiento. No tendré más aunque posea mundos. Si fuera por el espacio, el universo me rodearía y se me tragaría como un átomo; pero por el pensamiento yo abrazo al mundo.»
«No es bueno ser demasiado libre. No es bueno tener todo lo que uno quiere.»
«No es cierto que todo sea incierto.»
«No hay más que dos clases de hombres: unos, los justos, que se creen pecadores; otros, los pecadores, que se creen justos.»
«No lo buscarías si no lo hubieras ya encontrado»
«No poseemos la verdad ni el bien nada más que en parte y mezclados con la falsedad y con el
mal.»
«No vivimos nunca sino que esperamos a vivir; y disponiéndonos siempre a ser felices, es
inevitable que no lo seamos nunca.»
«Nos consolamos con pequeñeces porque son menudencias las que nos afligen.»
«Nos gusta más la caza que la presa.»
«Nuestra imaginación nos agranda tanto el tiempo presente, que hacemos de la eternidad una nada, y de la nada una eternidad.»
«Nuestra naturaleza está en movimiento. El reposo absoluto es la muerte.»
O
«Ordinariamente, uno se convence mejor por las razones que encuentra por si mismo que por aquellas que proceden del espíritu de los demás.»
P
«Para quienes no ansían sino ver, hay luz bastante; más para quienes tienen opuesta disposición, siempre hay bastante oscuridad.»
«Para ser dichoso y ser o con toda seguridad es necesario procurar que los demás lo sean también. Tus bienes y tus males dependen en gran medida de aquellos con quienes te hayas juntado. La confidencia corrompe la amistad; el mucho contacto la consume, el respeto la conserva.»
«Pintar el amor ciego es una sinrazón de los poetas; es preciso quitarle la venda y devolverle para siempre la alegría de sus ojos.»
«Pocas amistades quedarían en este mundo si uno supiera lo que su amigo dice de él en ausencia suya, aún cuando sus palabras fueran sinceras y desapasionadas.»
«Por lo común, nos persuaden mejor las razones que uno ha encontrado por sí mismo que las encontradas por los demás.»
«Por muchas riquezas que un hombre posea y por grandes que sean la salud y las comodidades de las que disfrute, no se siente satisfecho si no cuenta con la estimación de los demás.»
«Prefiero equivocarme creyendo en un dios que no existe, que equivocarme no creyendo en un dios que existe. Porque si después no hay nada nunca lo sabré, cuando me hunda en la nada eterna; pero si hay algo, si hay alguien, tendré que dar cuenta de mi actitud de rechazo.»
«¿Puede haber algo más ridículo que la pretensión de que un hombre tenga derecho a matarme porque habita al otro lado del agua y su príncipe tiene una querella con el mío aunque yo no la tenga con él?»
Q
«Que cada uno en su ley busque en paz su luz.»
«¿Qué es el hombre dentro de la naturaleza? Nada con respecto al infinito. Todo con respecto a la nada. Un intermedio entra la nada y el todo.»
«Quien dice agudezas, tiene mal carácter.»
«¿Quien se siente desgraciado por no ser rey, sino un rey destronado?»
S
«Sabed que el hombre supera infinitamente al hombre.»
«Saber más que los otros es fácil… Lo difícil es saber algo mejor que los otros.»
«Si el artesano estuviese seguro de soñar por espacio de doce horas que es rey, creo que sería tan feliz como un rey que soñase doce horas que es artesano.»
«Si los hombres supieran lo que unos dicen de otros no existirían en el mundo cuatro amigos de
verdad.»
«Sólo conozco dos tipos de personas razonables: las que aman a dios de todo corazón porque le conocen, y las que le buscan de todo corazón porque no le conocen.»
«Sólo hay dos clases de personas coherentes: los que gozan de dios porque creen en él y los que sufren porque no le poseen.»
«Sólo se es verdaderamente feliz cuando se sueña con la felicidad.»
«Somos tan desdichados que no podemos encontrar placer en algo sino con la condición de enfadarnos si no tiene éxito.»
T
«Todas las buenas máximas están en el mundo; sólo hace falta aplicarlas.»
«Todas las cosas ocultan algún misterio; todas las cosas son velos que ocultan a dios.»
«Todo nuestro razonamiento se reduce a ceder al sentimiento.»
«Todos los hombres consideran la felicidad como su objetivo: no hay ninguna excepción. Por diferentes que sean los medios que empleen, todos tienden al mismo fin.»
«Todos los infortunios de los hombres derivan de no saber estarse tranquilos en sus casas.»
U
«Una de las principales enfermedades del hombre es su inquieta curiosidad por conocer lo que no puede llegar a saber.»
V
«Vale más saber alguna cosa de todo, que saberlo todo de una sola cosa.»
Y
«Y… si he escrito esta carta tan larga, ha sido porque no he tenido tiempo de hacerla más corta.»