El valor , la valentía de enfrentarnos al problema no se presupone… de hecho la mayor parte de nosotros somos tan cobardes que huimos hacia adelante, en vez de solucionar las cosas de una vez para siempre…

Este es el sentido de la siguiente anécdota…

Durante la Guerra Civil española, en el Sur de España una cuadrilla de milicianos se ocupa de realizar registros domiciliarios en la retaguardia de sus dominios. En la retaguardia, durante uno de los registros, suena la alarma: ¡bombardeo! Todos se precipitan aterrorizados al sótano, comenzando por un militar, que se suponía que debía dar un ejemplo de aplomo y gallardía en aquellas circunstancias. Se hace paso a codazos. Al acabar éste, suben a la casa de nuevo y el militar cobarde, avergonzado de su comportamiento, necesita excusarse: el silencio es un grito en su alma:
– Los aviones nunca se sabe por donde vienen ni hacia donde van a tirar las bombas… yo prefiero luchar en tierra, si viene el enemigo por allí, ya sé que me tengo que ir por allá (señalando al sitio contrario)…

Nota de Anecdonet:
Hay gente que son como las moscas donde van… la cagan…