Querida mamá,

Hoy me siento abrumado por la tristeza y la nostalgia. Aunque han pasado días, meses o incluso años desde que te fuiste, tu ausencia se siente tan intensa como el primer día. Es difícil poner en palabras cuánto te extraño, pero hoy necesito hacerlo, necesito hablarte, aunque sea en estas líneas.

Mamá, hay momentos en los que me despierto y por un segundo creo que aún estás aquí. Imagino escuchando tu risa, tus consejos y hasta regaños. La casa ha cambiado mucho sin ti; no tiene la misma alegría ni el mismo calor que tú le dabas. Tu presencia llenaba cada rincón con amor y ahora siento un vacío imposible de llenar.

A veces, me siento perdido sin tus sabias palabras que siempre supieron guiarme. Me acuerdo de tus enseñanzas, de cómo me decías que debía ser fuerte, que la vida no siempre sería fácil, pero que siempre debía seguir adelante. Hoy, trato de ser fuerte, mamá, pero hay días en los que la tristeza me derrota.

Extraño tu comida, esos platillos que solo tú sabías preparar con tanto cariño. Extraño nuestras charlas interminables, las tardes viendo televisión juntos, los abrazos que me daban tanta paz. Cada pequeño detalle de tu ser se ha convertido en un tesoro en mi memoria, y me aferro a ellos para sentirte cerca.

Sé que estás en un lugar mejor, que ya no sufres, pero eso no quita el dolor de no tenerte a mi lado. Me consuela pensar que desde allá me cuidas, que eres mi ángel guardián. A veces, en momentos de silencio, siento tu presencia y eso me da fuerzas para seguir adelante.

Mamá, te prometo que seguiré luchando, que trataré de vivir una vida que te haga sentir orgullosa. Sé que eso es lo que siempre quisiste para mí. Aunque me duele tu ausencia, también me llena de gratitud haber tenido una madre como tú. Una madre que me enseñó el verdadero significado del amor y la fortaleza.

Te llevo en mi corazón cada día, en cada paso que doy. No hay un solo momento en el que no piense en ti y en cómo me gustaría compartir mis logros y mis tristezas contigo. Tu amor sigue siendo mi guía, y tu recuerdo, mi mayor consuelo.

Hasta que volvamos a encontrarnos, mamá, quiero que sepas que siempre te amaré y que tu legado vive en mí. Gracias por todo lo que me diste, por ser mi madre, mi amiga y mi protectora.

Con todo mi amor,

[Tu nombre]