… Mona se queda:
Los premios a los animales, la atribución de derechos y de cualidades humanas llega a veces al absurdo, cuando la carrera se dirige al objetivo de llegar más lejos que los demás. En cambio todos sabemos cuánto valoramos los seres humanos unas palabras de aliento, una frase de perdón, una excusa amable del jefe (en contraposición a un trágala). Referido a seres humanos, cuánto bien podemos hacer reconociendo como meritorio algo que haya hecho otro… Pero la siguiente anécdota se parece más a una buena broma:
La XVIII edición del Festival Internacional de Cinema de Comedia de Peñíscola otorga el premio especial a la Mona Chita
Vocento VMT -Este reconocimiento cinematográfico es el único que Chita ha recibido a lo largo de su dilatada vida
La XVIII edición del Festival Internacional de Cinema de Comedia de Peñíscola (Castellón), que se desarrollará desde el próximo 19 de mayo hasta el 29 del mismo mes, otorgará el premio especial a la «inolvidable» Mona Chita, personaje «imprescindible» de las películas de Tarzán, como reconocimiento a sus méritos artísticos, según indicaron fuentes de la organización.
Este reconocimiento cinematográfico, el único que Chita ha recibido a lo largo de su dilatada vida, lo recibirá a manos de una delegación del Festival, encabezada por el cómico Flipy, que se desplazará expresamente hasta su residencia estadounidense el 9 de abril.
Chita, que vive actualmente en un «santuario» para primates ilustres en Palm Spring (California), protagonizó doce películas de Tarzán durante los años 30 y 40. Precisamente, el acto tendrá lugar durante la fiesta que se ha organizado para celebrar el 74 cumpleaños de Chita, quien «se confirma como el chimpancé más longevo del mundo según el Libro Guiness de los records», indicaron.
Al respecto, el director del certamen, Antonio Trahorras, subrayó que la oportunidad de este premio «está clara, ya que si algo caracteriza a la comedia es lo sorprendente, lo inesperado», y añadió que «diseñar los contenidos de un festival de cine de comedia sin reservar algún espacio a la sorpresa, a las ideas grotescas e incluso locas –al menos desde el punto de vista de la cinefilia circunspecta– sería traicionar la naturaleza del género que justifica la propia existencia del certamen».
Así, desde la dirección del Festival de Peñíscola se decidió premiar a la «mítica, entrañable y ya anciana mona Chita» porque «es una de las pocas estrellas de la Edad de Oro del celuloide que aún permanece viva; porque sus escenas puramente cómicas en las películas de Tarzán protagonizadas por Johnny Weismuller han arrancado las risas de innumerables generaciones; y, además, porque, incomprensiblemente, a ningún festival de cine se le había ocurrido rendirle un homenaje hasta ahora».
Además, esta idea surgió «tras considerar que un animal resulta tan merecedor de reconocimiento creativo como cualquier figura humana de la gran pantalla suena a ocurrencia loca, a idea sorprendente e inesperada, a detonante de, al menos, una sonrisa cómplice por parte del espectador con sentido del humor».