Y mientras los ingleses y americanos en el siglo XVII se distribuían el mundo, los españoles participaban en una vertiginosa carrera por celebrar, por pasarlo bien, por evadirse del día a día: Lope de Vega cambió la concepción del teatro: lo hizo popular, añadió personajes de la calle (moros, villanos y vizcaínos) y siguió los gustos de la época convirtiendo las tragedias (de 5 actos) en comedias (de tres actos) además de elegir temas, usar metáforas y de ahondar en el éxito de algunas situaciones; Calderón de la Barca perfeccionó el estilo haciéndolo evolucionar, mientras que nacían teatros por doquier a partir de los dos primeros teatros en Madrid.