A PALABRAS NECIAS, OÍDOS SORDOS

Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Las ranas se reunieron alrededor del hoyo.

Cuando vieron cómo de profundo era el hoyo, le dijeron a las dos ranas en el fondo que para efectos prácticos, se debían dar por muertas.

Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas.

Las otras ranas seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inútiles.

Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió; Ella se desplomó y murió.

La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible.

Una vez más, la multitud de ranas le grito que dejara de sufrir y simplemente se dispusiera a morir.

Pero la rana saltó cada vez con más fuerza hasta que finalmente salió del hoyo.

Cuando salió, las otras ranas le preguntaron: «¿No escuchaste lo que te decíamos?»

La rana les explicó que era sorda. Ella pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más para salir del hoyo. Continúa este enlace después de la anécdota para leer las dos lecciones que nos proporciona esta fábula…

Esta historia contiene dos lecciones:

La lengua tiene poder de vida y muerte.

Una palabra puede ayudar a levantarte o destruirte. Tengamos cuidado con lo que decimos. Pero sobretodo con lo que escuchamos.

Hsien-Sheng Liang

Una reflexión:

Esta fábula deja abierta la reflexión interior: el texto solo nos orienta a una aproximación, es una guía que nos sirve para conocernos un poco más a nosotros mismo, saber qué pensamos, saber qué sentimos y así descubrirnos.

Esta fábula despierta una vez más el pensamiento de que el lenguaje fue es y será la herramienta más poderosa que posee el ser humano. Hablamos de lenguaje y no de palabras ya que en este relato no solo las palabras son un medio de comunicación; el leguaje corporal o gestual que hace al hombre es fundamental y a su vez al igual que las palabras, puede ayudar o perjudicar de acuerdo a su uso e intención.

Muchas veces lo que escuchamos no es lo que nos permite salir adelante, no es lo que nos ayuda, no es lo que necesitamos en ese momento dado. Es por ello que se hace necesario, como dice bien el relato, prestarle una gran atención a los discursos que nos rodean y no guiarnos por cualquiera, ya que puede ocurrir que no sea el mejor camino. En mi opinión esta no es la vía más sencilla, ¿Cómo dar cuenta de que lo que oímos es realmente lo verdadero y puro para nuestra alma? ¿Cómo notar si en realidad lo que escuchamos y creemos que nos hace bien no es lo que nos lleva a la “muerte”? Lamentablemente no hay respuestas claras a estos interrogantes, la vida es correr riesgos, es aprendizaje, experiencia y decisión. Cada uno sabrá cual es el camino que considera que lo lleva a un buen puerto, es necesario elegir, ser responsables de esa elección y enfrentar las dificultades que nos acompañen. Nada es simple, las piedras del camino siempre vas a estar pero no debemos olvidar que para sortear estas piedras contamos con nuestra riqueza interior, un universo que se abre a las posibilidades que el hombre plantea y el acompañamiento de la gente que consideremos maestros para nuestra vida.