Citas citables del Chileno Joaquín García-Huidobro; Una Locura Bastante Razonable.
La píldora introduce, inadvertidamente, un distanciamiento, una desconfianza, puesto que una dimensión muy importante de la otra persona, su fertilidad, es vista como un peligro.
Joaquín García-Huidobro; Una Locura Bastante Razonable, 2004, p. 154.
Un bocinazo equivale a un grito.
Joaquín García-Huidobro; Una Locura Bastante Razonable, 2004, p. 125.
Más citas de una locura bastante razonable…
Mantengamos ideales muy altos, aunque nuestras vidas resulten pequeñas y hasta mediocres.
Joaquín García-Huidobro; Una Locura Bastante Razonable, 2004, p. 27.
Por la parábola del trigo y la cizaña, el cristiano sabe que tendrá que convivir con el mal hasta el final de los tiempos.
Joaquín García-Huidobro; Una Locura Bastante Razonable, 2004, p. 55.
Lo más grave que puede pasarle a un pueblo es perder la voluntad de perdurar: Los hijos son la forma humana de la esperanza.
Joaquín García-Huidobro; Una Locura Bastante Razonable, 2004, p. 108.
El mantener una actitud de confianza hacia el otro implica correr el riesgo de ser defraudados. Pero riesgos corremos todos, también los que no confían. ……Cada vez que elegimos algo nos estamos eligiendo a nosotros mismos. No cabe elegir el mal sin hacerse malo, ni elegir el bien sin mejorarse. Se ariesga en la educación y se arriesga en el matrimonio. Hay padres que han dado todo por sus hijos y estos han resultado una calamidad. Pero si no hubieran dado todo, si los hubiesen abandonado o maltratado, entonces la calamidad no habría sido un riesgo, sino una certeza.. Otro tanto sucede con el matrimonio: es una apuesta cuyas posibilidades de éxito crecen en la medida en que se arriesga todo.
Joaquín García-Huidobro; Una Locura Bastante Razonable, 2004, p.121.
El cristianismo enseña que la naturaleza humana está caída, que es débil. Y aunque el cristianismo no lo enseñara, cualquiera podría darse cuenta de que en el hombre hay algo que no va, y que muchas veces hacemos lo malo sin que esa acción responda a nuestros deseos más profundos.
Joaquín García-Huidobro; Una Locura Bastante Razonable, 2004, p. 131.