Creer es un premio: hay que ganarse la fe
¿Qué me dirían ustedes si les endilgara mi opinión sobre electrónica sin haber nunca estudiado ni recibido clase de electrónica, ni teórica ni práctica? Por lo menos que la ignorancia es atrevida.
¿Verdad? Es lo mismo que se podría decir de científicos que tratan de convertir los parámetros religiosos en complicadas fórmulas matemáticas: ridículo…
Si al final el resultado no es que Dios es grande y poderoso y que hace milagros cuando quiere, entonces es que los científicos han perdido una maravillosa oportunidad de callarse.
Las oraciones no ayudan a sanar, según los científicos
Vocento VMT -La oración en favor de un enfermo no sirve para ayudar en su curación, según un grupo de científicos estadounidenses que estudió los posibles efectos beneficiosos de las plegarias y que publicará sus conclusiones en la revista «American Heart Journal».
«Evaluamos si el hecho de que un paciente sea objeto de las oraciones de intercesión, o que esté convencido de que recibe tales oraciones, está vinculado con una recuperación menos complicada después de la cirugía de desvío coronario (baipás)», señala el artículo.
De los participantes, 604 fueron objeto de oraciones de intercesión después de que se les dijera que quizás las recibieran, y 597 no recibieron oraciones de intercesión también después de que se les dijera que podían o podían no recibirlas. Un tercer grupo de 601 pacientes recibió oraciones de intercesión después de que se les informó que las recibirían durante 14 días a partir de la noche siguiente a la intervención quirúrgica.
El resultado de referencia principal fue el grado de complicaciones dentro de los 30 días de la operación. Hubo complicaciones entre el 59% de los pacientes que estaban seguros de que había alguien orando por ellos, comparado con el 52% de los pacientes que no sabían si alguien rezaba por su recuperación.
La vergüenza ajena que da leer lo anterior se compensa con este milagro atribuido a la intercesión divina:
Una niña de La Palma del Condado recupera la salud tras encomendarse su familia a Madre María de la Purísima
Vocento VMT -Tenía tres años cuando estuvo a la muerte porque se le rompió el cable del marcapasos y salió del hospital en silla de ruedas, sin hablar y desconectada del medio.
La alegría desbordaba ayer la Casa Madre de las Hermanas de la Cruz. La alegría y el convencimiento de asistir a un acto histórico de un proceso que por voluntad de Dios está alcanzando un velocidad vertiginosa. En la capilla del convento tuvo lugar la clausura de la instrucción del proceso diocesano sobre un presunto milagro atribuido a la Sierva de Dios Madre María de la Purísima de la Cruz. El acto estuvo presidido por el cadenal arzobispo de Sevilla, don Carlos Amigo Vallejo. Una niña feliz de cinco años, la beneficiaria del milagro, no entendía el por qué de tanta expectación.
Los hechos ocurrieron en 2004 cuando Ana María, que vive en La Palma del Condado, tenía tres años y diez meses. La niña nació con una cardiopatía congénita y sin vena cava inferior, por lo que acabada de nacer los médicos tuvieron que instalarle una fístula y ya con 13 meses, un marcapasos. En 2004 se le rompió el cable del marcapasos y sufrió una parada cardiorespiratoria. Tuvo que ser trasladada al Virgen del Rocío e ingresada en la UCI. Sufrió el síndrome de stock adam, estuvo intubada con un edema agudo de pulmón y la falta de oxígeno en el cerebro le provocó unas secuelas neurológicas. La niña volvió a su casa en silla de ruedas, sin hablar , «desconectada del medio».
Luego, Ana María tuvo una rápida y completa recuperación tras pasarle su madre la estampa de Madre de María de la Purísima por la cabeza. La abuela materna de la niña, Dolores García González, pasó una noche rezando a Madre María de la Purísima: «Yo decía mi niña ya no es mi niña, no conoce. Y esta santa necesita un milagro para hacerse más santa y qué mayor milagro que curar a mi nieta.Tírale al Señor del manto para que mire a mi niña».
«Que mi niña me conozca«
Su hija, Paloma Casado, en su casa, cuidaba a Ana María. En ese momento llegó una pareja de las Hermanas de la Cruz. Hermana Valle de María le dió una estampa de Madre María de la Purísima y la madre la pasó por la cabeza de la niña. A la vez, la abuela y la madre, estaban rezándole a Madre María de la Purísima. Paloma se emocionó al contarlo: «La hermana me dió la estampa y se la pasé por la cabeza. Yo decía si usted es santa qué mejor manera de demostrarlo que curando a mi hija y que aunque sea en una sillita que me conozca y yo la pueda consolar». Al poco, la niña dijo que quería andar. Se dio cuenta de que estaba lloviendo y avisó a su madre de que su hermana pequeña iba a salir descalza al patio. Su abuelo materno no lo podía creer. Fue corriendo a avisar a su mujer
Paloma Casado, junto a su marido Joaquín Rodríguez Aguirre, decía ayer que lo que ha pasado no podía caer en saco roto: «Algo grande tiene que salir de aquí. Por mucha cruz y sufrimiento que tenga en la vida este amor que Dios me ha regalado a través de Madre María de la Purísima no lo olvidaré». La Hermana Valle dijo que en aquella casa había una pena muy grande y se trocó en alegría, y que Madre María de la Purísima cuando vivía se compadecía de los más débiles. quería mucho a la gente sencilla y sobre todo a las niñas del internado.
«Dificílmente explicable«
Junto al cardenal ocupaban la mesa presidencial el perito médico Manuel Nieto Barrera; el notario actuario, Antonio Fernández Estevez, el postulador, Alfonso Ramírez Peralbo, capuchino; el vicepostulador, Teodoro León Muñoz, vicesecretario general y vicecanciller del Arzobispado y delegado episcopal de las Causas de Canonización; José Robles Gómez, promotor de justicia y Ángel Antonio Failde Rodríguez, juez delegado.
En lugar preferente se encontraba el vicario general, Francisco Ortiz, la Madre general de las Hermanas de la Cruz, Sor Reyes de María de la Cruz, y la vicaria general del Instituto, Hermana María Sofía, los
familiares de Madre de María de la Purísima, su cuñada, Mercedes Ojembarrena; y sus sobrinos, Olga, junto a su marido, Mario Cervigón; Guillermo, e Iñigo con su esposa Isabel Esteve y sus hijos Jaime y Jorge, así como numerosos sacerdotes. Entre ellos estaba José María Javierre, hagiógrafo de Santa Ángela, que ya prepara la biografía de Madre María de la Purísima
El perito médico Manuel Nieto expuso todo el historial médico de la niña y finalizó su intervención diciendo que había tenido una evolución excepcional y una completa recuperación «difícilmente explicable y no previsible», Luego se cerraron con lacre las tres cajas que contienen los documentos del proceso, la original, que quedará en el archivo de la Curia Diocesana, y las copias que el vicepostulador, Teodoro Muñoz llevará hoy a Roma.
El cardenal Amigo comenzó su breves palabras señalando «¿Y por qué os habéis extrañado? El amor todo lo puede, todo lo supera.
Era tan grande el que había en el corazón de Madre María de la Purísima que por qué habéis de extrañaros de ese milagro». Afirmó que los milagros son sorprendentes, pero más sorprenden por la sencillez que por la grandeza de los efectos: «Basta una petición y la abundancia del corazón de Dios se derrama». Comentó la devoción creciente a Madre Maria de la Purísima y arrancó risas del auditorio cuando dijo «tuvimos la dicha de conocer su sonrisa, su silencio, su bondad, su dulzura, su amor a Cristo y a la Virgen. Con esas devociones quién no hace milagros», y al comentar que si los santos se pudieran hacer por aclamación «las voces de esta capilla se oirían en Roma». Tras el acto buscó a Ana María, la besó, la llevó al altar mayor para que todos la vieran, y pidió un aplauso para ella.
Es admirable la celeridad con la que se está desarrollando el proceso de Madre María de la Purísima. De febrero a noviembre de 2004 tuvo lugar el proceso diocesano. Y ayer finalizó el del presunto milagro, iniciado el 4 de noviembre de 2005. Alfonso Ramírez Peralbo, el postulador de la Causa, comentó que es raro que antes de que se termine la Positio, que es el estudio de cómo vivió las virtudes la Sierva de Dios, y paso previo a la declaración de Venerable, ya se haya realizado el proceso diocesano del milagro. La Positio está ya muy avanzada y a ello contribuye la dedicación y la capacidad de trabajo tanto del postulador como del vicepostulador, Teodoro León.
La vicaria general, Hermana María Sofía, dice uno de los mayores elogios de Madre María de la Purísima: «Si se perdieran las reglas sólo con verla actuar se podían escribir de nuevo».