Alergia a la lectura en público.
Los jóvenes lectores o lectores noveles españoles tienen una dificultad tremenda para leer en público. El hecho es que no se les entiende. Las razones son múltiples, ya que parece que tienen prisa por acabar tan ardua tarea y «soltarlo todo de una»: falta de vocabulario, por lo que se encuentran con complicadas palabras que deben «imaginarse; falta de pronunciación o vocalización (amén del localismo natural que «cierra» la dicción); les falta seguir con el dedo lo que leen (que es una excelente muestra de dificultad lectora), ya que leen muchas veces palabra por palabra o, lo que es peor, punto por punto.
En Español las ideas se separan con las comas (también puntos y comas y puntos seguidos). Leemos para que nos entiendan: por eso las ideas deben entrar en nuestra mente una por una, con el debido espacio de tiempo para poder asimilar cada idea. Las pausas son imprescindibles para poder entender el mensaje.
(continúa con un divertido ejemplo)
La siguiente obra del presente recital ilustra un periodo de la juventud de Johann Sebastian Mastropiero…
Los críticos recién comenzaron a apreciar las obras de Mastropiero, cuando ya era grandecito. Cuando ya eran GRANDES HITOS… en la historia de la música. Por ejemplo, un conocido crítico se resfrió. Se REFIRIÓ… se refirió a Mastropiero; punto. Con esto termino. Con ESTOS TÉRMINOS… le falta el… con estos términos… no le han puesto… ¿no ves?… arriba en la «t»… ahí… a veces se borra… ¿no ves?… la diéresis, ¿no entiendes?… Mastropiero se ha creado fama de artista espiritual pero come todo… pero CON MÉTODOS… CON METODOS pocos, claro… con MÉTODOS POCO CLAROS. Podríamos llegar a admirarlo siempre. ¿Y cuándo tomaremos? … SIEMPRE Y CUANDO TOMÁRAMOS… tomáramos en cuenta su tenaza… su TENAZ AMBICIÓN. TENAZ, en el medio no hay nada, AMBICIÓN. En los más prestigiosos foros internacionales en que estuve exitado… en que estuve HE CITADO muchas veces ¿eh? … muchas veces HE CITADO el fracaso de su operación… el fracaso de su OPERA SIÓN y el judío era antes… y el JUDÍO ERRANTE, que se basaba en una vieja leyendo ebria… en una vieja LEYENDA HEBREA. ¡Me di cuenta enseguida! ¡No podía ser! ¡Ebria va con «h»!. Es una pavada. Siempre dije que dicha ópera fracasó porque no muestra los sexos, dos… los dos sexos… no muestra los ÉXODOS de dicho pueblo, y por eso Mastropiero soportó ¡ha batido un huevo!… soportó ABATIDO UN NUEVO fracaso. Por esos días Mastropiero enfrentó grandes problemas: Chocó con la bici… con las VICISITUDES más adversas. Por entonces conoció a los Condes de Froistat, y cuando ya no podía más sacudió a la condesa… ACUDIÓ a la condesa. Ella lo conectó a Mastropiero con el agregado cultural de la embajada de la República de Banania. Aquí termina la anécdota, pero él te mató. ¡Da vía, da!. ¡Pará!. Más… PERO EL TEMA TODAVÍA DA PARA MÁS. Esto es, todo esto… todo esto es… todo… Esto es, todo… todo, esto, ese, todo eso es. Éste todo, oh, qué es esto?, éste se, éste se, todo eso se, eso se tostó, se ese seto es dos, dos tes, dos, esto es sed, esto es tos, tose tose toto, o se destetó teté o es … ¡Ajá! ¡ESTO ES TODO!
– Eres injusto Cesar Augusto.
-¿Yo soy injusto? Cuando vos lo echaste todo a perder…
– Yo no eché nada a perder.
– ¡Ah! ¿No?
– Estaba echado ya.
– Pero por favor, Daniel…
– ¡Me encontré los papeles mal ordeñados!… ¡Le faltaban los signos de puntería!… ¡Estaban llenos de faltas de horticultura!. . . ¡O-Tso!