El que no llora, no mama: Cristianos perseguidos

Dos monjas y una laica salían de la Catedral de Valencia. Un borracho las vio pasar y le salió de dentro eso de:
– Reprimiiiiidas…
La laica se volvió y, sin pararse, le largó:
– Y tú, hijo de puta.
Estoy seguro de que el señor que se aferraba a su botella no volvió a insultar a una monja en su vida.
Hay mucho asalto a los cristianos. El otro día Carlos, un amigo de 15 años, me contaba que entre sus amigos de fin de semana, se le ocurrió defender a Dios y a la idea de que Dios existía. Los otros se abalanzaron, argumentalmente, a su yugular:
– Los curas te han comido el coco: seguro que has estudiado en un colegio del Opus. Eres un facha.
Carlos, que sí que está estudiando en un colegio del Opus, tenía antídoto para el ataque; gracias a Dios, la semana anterior había tenido una conversación con el cura de su colegio en la que habían dado argumentos para contrarrestar no sólo la situación de los que cuestionan la existencia de Dios, sino la muy frecuente de ridiculizar a los que creen en Dios, pasando al asalto personal. Y es que la violencia ha sido siempre el arma de los enemigos de Cristo (ya que la cabeza no tiene argumentos). (Continúa)

Hay que ser valientes y defender a Dios y a los de Dios.

Hay cristianos que, cuando otros tiran piedras a la Iglesia o a instituciones de la Iglesia (ej.: el Opus Dei), se unen a ellos en la agresión y el insulto, en vez de entender la situación e informarse para tomar partido, en caso de que todavía no tengan suficientes parámetros claros. Y estamos hablando de cristianos… Otros dicen que Dios es amor y que hay que amar y perdonar; quizá no recuerdan que Cristo también tomó el látigo, y se enfadó (un Dios que se enfada,… sí) y envió a los vendedores fuera del templo, a empellones.

Hace unos días a un sacerdote amigo le agredieron en Valencia ciudad un grupo de jóvenes, alguno menor de edad, que primero le increparon por ir vestido de sacerdote por la calle y después, cuando se acercó a ellos para exigirles respeto, le asaltaron físicamente huyendo después al acercarse un policía. Hoy el diario ABC publica esto:
       
Suspendidas las misas en un pueblo de Valencia tras un intento de agresión al cura.   El arzobispo de Valencia no reanudará las liturgias hasta que el Ayuntamiento, que permitió en fiestas la parodia de la Iglesia, no pida disculpas públicamente FRANCISCO LLOSA. ABC
       
VALENCIA. El arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García Gasco, ha decretado la suspensión de la celebración de misas en la parroquia de la localidad valenciana de Sinarcas hasta que el Ayuntamiento de la población pida disculpas públicamente por «las graves ofensas a la Iglesia y a la Eucaristía que permitió el pasado verano y las coacciones que viene  sufriendo desde entonces el párroco que las denunció».

Durante las fiestas del pasado verano, según explicaron fuentes del Arzobispado, el Ayuntamiento de Sinarcas «permitió que en las fiestas patronales saliera una carroza en la que varios jóvenes parodiaban a la Iglesia y se burlaban del sacramento de la Eucaristía». El párroco, Javier Abad Chismol, llamó la atención a los jóvenes y al Consistorio por «permitir la exhibición de la ofensa».

Igualmente, Abad pidió en una homilía al Ayuntamiento que se disculpara y, con «varias decenas de feligreses», presentó la solicitud por escrito, ante lo cual «comenzó a ser objeto de una serie de amenazas y presiones» que culminaron el pasado domingo con «un intento de agresión a la salida de misa por parte de varios jóvenes», siempre según las mismas fuentes.
El sacerdote, quien había lamentado en la homilía y en un artículo en prensa la práctica del «botellón» en Sinarcas y la distribución del alcohol a jóvenes en las fiestas, «fue abucheado por varios de ellos que intentaron golpearle a la salida de la misa», por lo que tuvo que ser sacado de la población en automóvil por feligreses. El párroco denunció los hechos ante la Guardia Civil.

Finalmente, tras una reunión del vicario episcopal con el alcalde de Sinarcas, «ante la gravedad de los sucesos», el arzobispo ha decidido suspender la celebración de misas en la localidad «hasta que su Ayuntamiento pida públicamente disculpas por lo sucedido», y ha expresado su «pleno apoyo» al párroco.