VIRUTAS DE MADERA PRECIOSA:

Dame luz para conocerte. Gracia para servirte.

Los tres filtros: verdad, bondad, necesidad.

Un día, al llegar un aprendiz de un filósofo sabio a la casa de su maestro, le dijo:

Aprendiz: – Maestro, un amigo me estuvo hablando de tí…

Maestro: – ¡Espera! -lo interrumpe el sabio-, ¿hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?

Aprendiz: – ¿Las tres rejas?

Maestro: – Sí, la primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?

Aprendiz: – No. Lo oí comentar a unos vecinos.

Maestro: – Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?

Aprendiz: – No, en realidad no.

Maestro: – ¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?

Aprendiz: – ¡No!

Maestro: – Entonces -dijo el sabio sonriendo- si no es verdad, ni bueno, ni necesario, no me lo cuentes y olvidémoslo «Todo es bello para el que tiene el alma bella» (Plotino).