Hace mucho tiempo, en un lugar llamado Sodoma y Gomorra, vivía un hombre llamado Lot. Lot era un hombre bueno que amaba a Dios, pero en Sodoma y Gomorra había mucha maldad y pecado.
Un día, dos ángeles llegaron a Sodoma y Lot los invitó a su casa para que pudieran descansar y comer algo. Pero cuando los hombres malos de la ciudad se enteraron, quisieron hacerles daño a los ángeles.
Lot les suplicó a los hombres malos que no hicieran maldad, pero ellos no le hicieron caso. Entonces, los ángeles ayudaron a Lot y a su familia a salir de la ciudad antes de que Dios la destruyera.
Cuando Lot y su familia estaban fuera de la ciudad, Dios destruyó Sodoma y Gomorra con fuego y azufre. Lot y su familia fueron los únicos que pudieron escapar y Dios los salvó porque eran buenos y amaban a Dios.
Esta historia nos enseña que siempre debemos ser buenos y hacer lo correcto, incluso cuando otros hacen maldad a nuestro alrededor. Dios siempre estará con nosotros y nos protegerá si amamos y confiamos en él.