San Felipe era originario de Betsaida (Galilea)y predicó el Evangelio en Frigia. A este santo se le atribuía el milagro de la resurrección de un muerto.
Santiago era de Caná de Galilea y, según San Pablo, una de las apariciones de Jesús Resucitado fue a Santiago. Además, era conocido como «El Santo». Nunca había cometido un pecado grave y rezaba muchas horas adorando a Dios pidiéndole perdón por los pecados del pueblo. Este apóstol redactó el escrito de la Biblia que se llama «Carta de Santiago» con un mensaje hermoso y sumamente práctico.
Felipe, que, al igual que Pedro y Andrés, había nacido en Betsaida y era discípulo de Juan Bautista, fue llamado por el Señor para que lo siguiera. Santiago, por su parte, era hijo de Alfeo, de sobrenombre “Justo”, considerado en Occidente como el pariente del Señor, fue el primero que rigió la Iglesia de Jerusalén, y cuando se suscitó la controversia sobre la circuncisión, se adhirió al parecer de Pedro, para que no fuera impuesto a los discípulos venidos de la gentilidad aquel antiguo yugo. Muy pronto coronó su apostolado con el martirio (s. I).