¿A dónde voy?
Cuentan de Chesterton que era muy despistado y en una ocasión, viajando en tren, el revisor le pidió el billete, empezó a buscarlo por todos los bolsillos y no lo encontraba.
Se iba poniendo cada vez más nervioso.
Entonces el revisor le dijo:
a.. Tranquilo, no se inquiete, que no le haré pagar otro billete.
b.. No es pagar lo que me inquieta -repuso Chesterton- lo que me preocupa es que he olvidado a dónde voy.
Vicente Huerta