¿Cuánto vale tu alma?
Es de todos sabido que los redentoristas pagaban rescates por la liberación de presos cristianos en los tiempos de la guerra contra el turco.
Por otra parte conocemos la historieta en la que aquél rey preguntaba por el valor de su alma. Y un sabio le decía que 29 monedas de plata por que la de Jesucristo se valoró en treinta monedas de plata (entregadas a Judas) y él no iba a ser más que Cristo.
He aquí una increíble noticia de la estultez y nefandad humana, tomada de Libertad Digital: Vende su alma por eBay
Vende su alma por eBay
Pese a lo descabellado de la propuesta, el joven recibió 41 ofertas, algunas de pastores evangélicos y otras de ateos que deseaban mantener al muchacho lejos del alcance de la fe. El 3 de febrero se cerró la puja y el ganador fue Jim Henderson, un ex pastor de Seattle que pagó 504 dólares por tener la oportunidad de salvar el alma de Mehta.
Tras un encuentro cerca de la casa del joven, ambos llegaron a un acuerdo algo distinto al original, según publica este jueves el periódico The Wall Street Journal. En el trato, Henderson no le pidió a Mehta que visite durante 50 horas una congregación, a lo que le daban derecho sus 504 dólares, sino que asista a varios servicios religiosos en distintas iglesias y que elabore un especie de «crítica» de cada servicio.
Mehta, por su parte, solicitó a Henderson que done el dinero a una organización que dirige, la Alianza Seglar de Estudiantes. Según cuenta el periódico, el pastor pertenece a una corriente liberal de evangélicos que no ve con buenos ojos muchos de los postulados morales más conservadores, generalmente asociados a la religión cristiana en Estados Unidos.
Mehta ya ha cumplido con casi la mitad de su compromiso y sus comentarios sobre las iglesias que ha visitado se han publicado en la página web de Henderson. El joven ha criticado a algunos pastores por insistir en la conversión de la congregación, al considerar que los que están en la iglesia ya han sido tocados por la fe.
Asimismo, criticó a una iglesia que pedía a sus feligreses orar por el buen desarrollo de las obras de construcción de una nueva planta de estacionamientos. «¿De verdad eso es por lo que hay que rezar?» se pregunta Mehta, y agrega, «¿De verdad debo creer que Dios cambiará las restricciones de los estacionamientos?» Aunque el joven se mantiene tan lejos de creer como al principio, el «Wall Street Journal» señala que al menos admite que las iglesias «no son un mal lugar».