¿Prestamos los padres y los educadores la atención suficiente a nuestros hijos y alumnos? ¿Sabemos cómo se divierten?
Soy Profesor de Educación Secundaria y hace poco tiempo una compañera, junto a la que estoy elaborando un trabajo sobre las Tecnologías de la Información en la Educación, me habló de un videojuego que hace furor entre los adolescentes: GTA. Horrorizado por su relato decidí hablar del asunto con mis alumnos de 1º y 2º de E.S.O. La mayoría de los chicos estaban fascinado por el juego, Por si no lo conocen, les diré que el argumento gira en torno a un pandillero que en el ambiente de una gran ciudad ha de ganar el respeto de sus compañeros para progresar en la banda. Para ello debe obtener dinero y superar diversas pruebas.
El dinero lo ganará robando o traficando con drogas; sus compañeros le admirarán si es capaz de asesinar a policías o a simples transeúntes, si bien, la vida de estos tiene menos valor, pues se considera que matarlos es menos peligroso. También es posible contratar los servicios de una prostituta. Naturalmente, disfrutar de ellos hace que disminuya nuestra cantidad de dinero, pero no importa, una vez satisfechos podemos asesinarlas y robar todas sus ganancias.
Ese es el juego más popular entre muchachos de trece y catorce años. ¿Hacia dónde miramos cuando permitimos que nuestros niños se diviertan así?