«Nunca tantos debieron tanto a tan pocos«. Esto dijo Churchill, refiriéndose a la R.A.F., la Real Fuerza Aérea, en la II Guerra Mundial. Pero parece que puede servir para una penosa meditación sobre las hipotecas inmobiliarias.
Quizás la frase exacta sería nunca tantos debieron tanto… Sigue a esta anécdota un estudio somero sobre las causas del sobreendeudamiento…
Causas conocidas:
El incremento en el precio del suelo y la vivienda, – principal responsable del alto nivel de riesgo y vulnerabilidad que están soportando las economías domésticas -, la reducción de los tipos de interés bancario y la falsa confianza de los consumidores en su estabilidad laboral. La sociedad de consumo, en la que se han sumergido los países industrializados, está llevando a que el endeudamiento de las economías familiares pueda incluso hacer peligrar el bienestar y la calidad de vida, que durante décadas ha perseguido la sociedad española.
Razones fuentes de esas causas:
– Compras compulsivas; – En casa estamos preocupados; papá compra muchas cosas que no necesitamos… Todo para que un día les dé un ataque de generosidad y lo regalen todo.
– Codicia de los propietarios: quieren mucho más de lo que tienen.
– Exceso de materialización: se busca una seguridad material ajena al espíritu.
– La sociedad de consumo te ofrece bienes inalcanzables que te llevan a desear lo que no es razonable para ti: Muchos jóvenes usan móviles, objetos electrónicos (mp3, mp4), vehículos (coche, moto) que no podrían pagar. Muchos adultos se permiten caprichos con harta frecuencia. Véase: lotería, cultura del pelotazo (incluso viviendo de promociones y de regalos; la búsqueda del chollo como medio de vida), quinielas, deseos de lujo (como los grandes viajes o cruceros), reducción del número de hijos (unos lo llaman responsabilidad y otros vida fácil o ahorro del esfuerzo), búsqueda del cielo en la tierra (y olvido del Cielo).