Un colaborador del Papa Juan Pablo II, perdió a una hermana durante una de sus enfermedades. Se lo contaron al Papa.
Poco después de salir del hospital, Juan Pablo II le llamó y le dijo:
«La Iglesia necesitaba tu dolor y mi sufrimiento».
Un colaborador del Papa Juan Pablo II, perdió a una hermana durante una de sus enfermedades. Se lo contaron al Papa.
Poco después de salir del hospital, Juan Pablo II le llamó y le dijo:
«La Iglesia necesitaba tu dolor y mi sufrimiento».