No le aprovecha a un hombre ganar todo el mundo si pierde su alma… pero si es por Gales… (Santo Tomás Moro a Richy Rich, su perjuro traidor)

Un hombre rico y emprendedor se horrorizó cuando vio a un pescador tranquilamente recostado junto a su barca contemplando el mar y fumando apaciblemente su pipa después de haber vendido el pescado.

-¿Por qué no has salido a pescar? –le preguntó el hombre emprendedor.

-Porque ya he pescado bastante por hoy –respondió el apacible pescador.

-¿Por qué no pescas más de lo que necesitas?- insistió el industrial.

-¿Y qué iba a hacer con ello? –preguntó a su vez el pescador.

Continúa LA METÁFORA…

-Ganarías más dinero –fue la respuesta –y podrías poner un motor nuevo y más potente a tu barca. Y podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Ganarías lo suficiente para comprarte unas redes de nylon, con las que sacarías más peces y más dinero. Pronto ganarías para tener dos barcas… Y hasta una verdadera flota. Entonces serías rico y poderoso como yo.

-¿Y que haría entonces? –preguntó de nuevo el pescador.

-Podrías sentarte y disfrutar de la vida –respondió el hombre emprendedor.

-¿Y qué crees que estoy haciendo en este preciso momento? –respondió sonriendo el apacible pescador.

León Tolstoi.-