Nunca hay perdón para el delito de perder el tiempo. Tempus breve est. La pena viene en la edad anciana, que sólo se tiene este pensamiento recursivo: nos hacemos mayores…
¿¡Quién tuviera «tal» edad!?
¡¿Quien me diera más tiempo?!
Aslanfirst
Nunca hay perdón para el delito de perder el tiempo. Tempus breve est. La pena viene en la edad anciana, que sólo se tiene este pensamiento recursivo: nos hacemos mayores…