A Sócrates le encantaba pasear por los mercados. Un día, mientras caminaba con sus amigos y discípulos, le preguntaron por qué le gustaba tanto. Sócrates contestó: “Me asombra ver todo lo que la gente necesita y yo no”.
A Sócrates le encantaba pasear por los mercados. Un día, mientras caminaba con sus amigos y discípulos, le preguntaron por qué le gustaba tanto. Sócrates contestó: “Me asombra ver todo lo que la gente necesita y yo no”.