Lo último que recuerdo antes de desmayarme fue el olor a lejía. Me desperté y me encontré en una habitación fría y blanca sin ventanas y con una puerta que no se abría.
Lo último que recuerdo antes de desmayarme fue el olor a lejía. Me desperté y me encontré en una habitación fría y blanca sin ventanas y con una puerta que no se abría.