1.- «El verdadero venerador de la Pasión del Señor tiene que contemplar de tal manera, con la mirada del corazón, a Jesús crucificado, que reconozca en él su propia carne» (…)
2.- «¿Quién no reconocerá en Él sus propias debilidades? ¿Quién dejará de advertir que el hecho de tomar alimento, buscar el descanso y el sueño, experimentar la solicitud de la tristeza y las lágrimas de la compasión, es fruto también de la condición humana del Señor?» (…)
3.- «Y como desde antiguo la condición humana esperaba ser sanada de sus heridas y purificada de sus pecados, el que era unigénito Hijo de Dios quiso hacerse también hijo de hombre, para que no le faltara ni la realidad de la naturaleza humana ni la plenitud de la naturaleza divina».