La solución está en la familia: hay que formar familias (también a los profesores porque tienen una gran responsabilidad).
Empecemos por el principio
-Siguiente, por favor-dijo una atractiva enfermera.
-Entraron una señora más bien bajita y un niño que no pasaría de los siete años, no parecía estar muy conforme con la madre, no quería entrar…
-Hola jovenzuelo- dijo el doctor Herlincher, un hombre muy alto de pelo muy negro y cejas muy pronunciadas. Era el típico médico muy simpático a priori; además muy bueno en su trabajo, un médico por vocación y no por dinero..
. –Cuénteme señora que es lo que cree que le pasa al joven, parece no tener nada significativo…
-Verá doctor, hace poco que me he separado de mi marido, bebía muchísimo y me pegaba con frecuencia y al niño también, de la separación hace unos tres meses pero llevábamos casados siete años… Verá creo que mi hijo tiene un trauma…
-Señora, deje el diagnóstico sea mío por favor, ¿por qué cree eso?
-Verá, apenas se relaciona con otros niños y me han llamado del colegio quejándose de su comportamiento y de que siempre está metido en peleas, antes no era así, se ha vuelto muy retraído…
-Bueno, esto es un poco complicado, le voy a hacer una ficha y le voy a dar próximas citas para someterlo a un tratamiento, a ver cómo va.. ¿Qué le parece?
-Perfecto, gracias doctor Herlincher…
-Nada, mujer, veamos, nombre y apellidos del niño, por favor…
-Mi hijo es Adolf Hitler Pötzl…
Rubén Carril — Santiago de Compostela