La Iglesia de la Virgen de la Luz, también llamada de San Antón, es albergue de la patrona de la ciudad: preside el altar la imagen de la Virgen Negra (gran tradición medieval). Este hecho y su importancia como expresión del estilo rococó religioso, hacen de ella uno de los templos imprescindibles de Cuenca.
La iglesia fue construida en el siglo XVI y terminada en el XVIII por Martín de la Aldehuela. Enfoscada y pintada de color, el exterior destaca por sus dos portadas, una de ellas plateresca y que corresponde al antiguo convento que existió en este lugar.
En el interior, la decoración: profusa, sin vacíos, con abundancia de recuadros con rocalla y tribunas con celosías. Además, el estudio del espacio y su gran cúpula elíptica sobre tambor con ventanas y linterna, terminan por dar forma a un conjunto sorprendente y de gran belleza.
C. S. Lázaro, 2D, 16002 Cuenca