El cardenal Mendoza fue un destacado eclesiástico y político castellano que vivió en el siglo XV y es considerado uno de los mejores ejemplos del paso del mundo medieval al moderno. Nació en Guadalajara en 1428 y desde niño fue destinado a la carrera eclesiástica, ocupando dignidades en el cabildo toledano y estudiando en la Universidad de Salamanca.
A lo largo de su vida acumuló numerosos cargos eclesiásticos dentro y fuera de la Península, y tuvo una gran influencia en algunos de los acontecimientos más relevantes del reinado de los Reyes Católicos. Tomó parte activa en las constantes luchas entre la nobleza en tiempos de Enrique IV, siendo partidario de los derechos legítimos de doña Juana la Beltraneja, pero en 1473 se pasó al bando de la princesa Isabel, constituyendo un apoyo decisivo para la causa isabelina durante la guerra de sucesión con los partidarios de doña Juana. A partir de ese momento se convierte en uno de los principales consejeros de los monarcas, especialmente en los asuntos de política religiosa.
Fue uno de los mayores mecenas de su época, ampliando las Escuelas Generales de Alcalá de Henares. Murió en Guadalajara en 1495 considerado por algunos como «el tercer rey de España».