Todos sabemos que las ocasiones se presentan pocas veces en la vida. Lo que es verdaderamente importante (para eso sirve todo nuestro bagaje cultural y nuestra formación) es darnos cuenta de lo que son: oportunidades únicas e irrepetibles en nuestra vida, que marcarán el futuro. Y una vez localizadas deberíamos decidirnos al cien por cien a conseguirlas… Esta es una de esas historias, un hombre que aprovechó su oportunidad…

La increíble historia del «hombre flan»

BITACORAS.COM | MADRID

Bienvenidos a nuestro vuelo diario con destino Blogosfera, les habla el comandante. Si hay un medio de transporte que atrae poderosamente la atención de los bloggers, ése es el avión. Existen cientos de bitácoras dedicadas exclusivamente al mundo aeronaútico y otras tantas más generalistas, que a menudo también publican contenidos relacionados con esos alados y motorizados aparatos que surcan los cielos y que se llaman aviónes. Hoy queremos recoger algunas de las noticias e historias que más nos han llamado la atención, como la de Till Bartels, un periodista alemán cuyo trabajo le obliga a pasar largas horas en el aire y que ha recopilado las comidas que sirven diferentes aerolíneas de todo el mundo.

Ahora que ya hemos despegado y han calmado el apetito con nuestra selección gourmet, les queremos contar la historia de uno de nuestros pasajeros, David Phillips, más conocido como «el hombre flan».

Este ingenioso ingeniero norteamericano descubrió un día en el supermercado de su barrio que había una promoción de flanes con un premio especialmente rentable y no dudó en aprovecharla. Por cada código de barras de cada flan que enviara a la empresa que organizaba la promoción, sumaría puntos kilométricos gratis para volar con varias compañías aereas, El fallo de la empresa promotora fue que el «premio unitario» que podría proporciona cada código de barras, era de mayor valor real de cada flan. Así que, ni corto ni perezoso, en dos días compró más de 12.000 unidades, lo que le convirtió, casi al instante, en miembro preferencial de estas compañías con derecho a volar gratuitamente por todo el mundo. A día de hoy, ya lo pueden ver, el hombre flan, sigue haciéndolo y otros como Cloney, agobiados por conseguir puntos.

Ahora, abróchense los cinturones porque estamos próximos a nuestro destino. Aterrizaremos en uno de los aeropuertos más extraños y peligrosos del mundo, como el de Tegucigalpa (Honduras), donde la difícil orografía de la zona hace que los aviones deban aterrizar y despegar de una forma muy especial, o el de la pequeña isla de San Martín donde se los puede ver tomar tierra a escasos centímetros de su sombrilla. En fin, larga vida a los aviones y recuerden, cuando los aeroplanos se jubilan no van al cielo. Esperamos que hayan disfrutado de su vuelo y feliz fin de semana.

Extraído de aquí…