Abul, un marroquí, que vivía debajo de un puente de una gran arteria del Norte de una gran Ciudad. Una noche tuvo un sueño de paz y vio en una gran luz un ángel que escribía en un Libro de Oro.
- Abul dijo al ángel:
- “¿Qué escribes?».
- El ángel levantando la cabeza respondió:
- “Escribo los nombres de los que aman al Señor”.
- “¿Está mi nombre entre ellos?», preguntó Abul”.
- “No, tu nombre no está «, respondió el Ángel”.
- Abul bajó los ojos y calló.
- Después temeroso dijo al Ángel:
- “Te ruego, entonces, que escribas mi nombre entre los que aman a sus semejantes”.
- El Ángel escribió su nombre como le había sugerido Abul, y el sueño terminó.
- La noche siguiente el ángel volvió a aparecer en una gran luz.
- “¿Qué escribes hoy?”.
- “Hoy estoy escribiendo los nombres de los que son AMADOS POR EL SEÑOR”.
- “¿Estoy yo entre ellos?” -preguntó el marroquí.
- “Voy a ver”. Y mira por dónde, el primer nombre de todos decía:
- ABUL EL MARROQUÍ. ( Pon tu nombre. Que también tú eres el primero en ser amado por el Señor. No hay nadie que te quiera más que El.)
Moraleja: Todos estamos presentes en el libro de los que son amados por Dios, El nos quiere tal como somos, incluso aunque nosotros no le correspondamos en su amor.