No encontraba sitio para aparcar, dando vueltas y vueltas, de repente se enciende un testigo en el panel de mando del coche y al momento se queda parado en una calle estrecha y sin poder arrancarlo de nuevo, entonces…
Actúa el ángel de la guarda, a la derecha hay un coche que se va y detrás aparece un coche de policía que me ayuda a meter el coche en el aparcamiento que acaban de dejar, a las dos horas vuelvo para arrancar y arranca, con calma llego a casa y veo lo que significa el error del testigo… Mañana viene la grúa para llevarse el coche.
Puede ser una simple coincidencia pero tantas casualidades no son normales, Dios actúa por medio de cosas cotidianas, los ángeles de la guarda ayudan en esa tarea de Dios.