En los periódicos contaban que un hombre, para colarse en la carrera oficial —el último recorrido para llegar a la catedral que empieza en la Campana y sigue por la calle Sierpes— donde es necesario pagar por los espacios reservados, se puso debajo del manto preciosísimo de la Macarena…
Bonita metáfora… Es el modo inteligente de entrar en la carrera oficial del cielo.