Abuen entendedor pocas…
Ofrecemos una anécdota que ilustra este antiguo proverbio del que extraemos algo de humor.
La profesión marca la percepción de las cosas A buen entendedor… pocas.
Cuentan sus amigos que el matemático P.G. Lejeune Dirichlet (1805- 1859) no era muy amigo de escribir cartas.
Hizo una excepción cuando nació su primer hijo.
Dirichlet mandó un telegrama a su suegro con el siguiente mensaje: 1+1=3.