Una mujer estaba atravesando una situación difícil en su vida y se encontraba en la iglesia rezando. En medio de su oración, sintió una presencia cálida y reconfortante que la rodeaba. Aunque no vio a nadie, sintió que esa presencia la acompañaba y le daba fuerzas para seguir adelante.
Después de ese día, la mujer aseguró que su fe en Dios se fortaleció y que se sintió más cerca de Él. Para ella, esa experiencia fue una muestra de que Dios estaba allí y la estaba guiando en su camino.