Espacio que en otros tiempos constituyó la alcazaba árabe, después el barrio judío y más adelante una zona de casas solariegas de la nobleza castellana. En la actualidad es una espléndida plaza pública que integra los restos musealizados de una parte de la traza del palacio andalusí, de la sinagoga judía y de la iglesia de Santa María de Gracia.
Destaca la Torre de Mangana, reloj de la ciudad desde el siglo XVI. En este enclave se encuentran dos miradores desde los que se puede disfrutar de espléndidas perspectivas de la ciudad antigua y de la expansión de la ciudad nueva.