Había una niña muy guapa y pequeña. Y vivía en una ciudad muy bonita. Era una vida maravillosa. Tenía unas amigas palomitas y siempre las alimentaba. Hasta que un día, nadie sabe cómo, el número de palomitas creció tanto que asustó a la niña. Y ella, que era tan buena, no sabía qué hacer con tanta palomita…

Mensaje: tenía muchos problemas y no se había dado cuenta. No hacía un buen examen de conciencia. Sólo se percató cuando fue demasiado tarde…