En ocasiones la Autoridad competente (CEO, MD, DG, Director, Manager, Obispo, Párroco…) decide que sea otro el que corra con los riesgos que el mismo debería asumir. La razón es en la mayor parte de los casos falta de fortaleza. El subalterno se ve en un dilema del que difícilmente puede escapar. Quizás pueda espetarle esta historia, anécdota histórica, que le explique en parábolas lo que intenta decirle…
Cuando Bramante terminó los planos de la Basílica de San Pedro, se los entregó al Papa Julio II a través de un hijo de siete años.
El Papa los observó con detalle y largueza. Lleno de satisfacción, miró al maestro y como signo de aprobación, alargó hacia el pequeño una caja de caudales llena de monedas de oro.
– Mete la mano y toma las que quieras…
El niño, apurado, replicó…
– Yo no, Santidad… tómelas usted y déselas a mi padre, que usted tiene las manos más grandes…