Un día, estaba caminando por el río cuando vi una nutria nadando hacia mí. Pensé que era lindo, así que fui a acariciarlo. Lo siguiente que supe fue que me había arrancado la mano de un mordisco.
Un día, estaba caminando por el río cuando vi una nutria nadando hacia mí. Pensé que era lindo, así que fui a acariciarlo. Lo siguiente que supe fue que me había arrancado la mano de un mordisco.