Había una autopista que atravesaba un bosque tenebroso. La gente decía que era un lugar peligroso por la noche, ya que había informes de automóviles desapareciendo y conductores que desaparecían sin dejar rastro.
Un día, un conductor decidió desafiar la reputación de la autopista y conducir por allí por la noche. Al poco tiempo de haber comenzado su viaje, empezó a tener problemas con su automóvil y se detuvo en el borde de la carretera. Mientras esperaba a que alguien lo ayudara, vio un automóvil fantasma aproximándose a toda velocidad hacia él.
Intentó correr, pero el automóvil fantasma lo perseguía. Finalmente, el conductor despertó sudoroso en su cama, realizando que había sido solo una pesadilla. Pero desde entonces, evitaba conducir por la autopista de noche y contaba su experiencia a cualquiera que quisiera escuchar.
La historia corrió como reguero de pólvora y la gente decía que la autopista fantasma era el hogar de los espíritus de aquellos que habían desaparecido allí. Hasta el día de hoy, la autopista sigue siendo un lugar temido por la noche.