El sentido de los treinta años de vida oculta de Jesús
En aquellos treinta años que Cristo vivió oculto en un pueblo insignificante de Galilea, dio el mundo muchas vueltas y grandes acontecimientos lo conmovieron.
La paz de Augusto había terminado pronto. Volvió el templo de Jano a quedar abierto. Las legiones latinas desplegaban de nuevo sus fuerzas para contener los bárbaros invasores. Sucedíanse, con varia fortuna, las vicisitudes de la guerra, modificando las fronteras y perfiles de los pueblos. En Judea, Arquelao multiplicaba sus desórdenes, hasta que al fin fue desterrado, pasando su territorio al dominio directo de los procuradores romanos. Seiano gobernaba últimamente en Roma, mientras Tiberio, desde Capri, preparaba su deposición. El Senado había nombrado Dios a Augusto….
Pero Dios se hallaba a la sazón en Nazaret, a 140 kilómetros de Jerusalén. Habitaba una humilde casa del país, hecha de adobe…
¿Qué hacía Dios allí? Simplemente vivía sujeto a una mujer llamada María y a un hombre llamado José. José era carpintero, y Él continuó el oficio…
Sigue la anécdota con una explicación corta…
El hijo de Dios se hace hombre para que los hombres podamos ser hijos de Dios y para mostrarnos como vive su vida de hombre un hijo de Dios.
San Josemaría Escrivá solía decir que Jesucristo es nuestro Maestro y nuestro libro de texto. De El tenemos que aprender a vivir nuestra vida diaria santamente.
Don Agustín Filgueiras Pita, Sacerdote.