El efecto Ponzo es una ilusión óptica que se produce porque nuestro cerebro interpreta el tamaño de un objeto en función de su contexto circundante. En otras palabras, la percepción visual de un objeto puede ser influenciada por el entorno en el que se encuentra.
Un ejemplo clásico del efecto Ponzo es la ilusión de las vías de tren convergentes. Imagina dos líneas paralelas que representan las vías de un tren. Si colocas dos objetos del mismo tamaño a lo largo de esas líneas, pero uno más lejos que el otro en la dirección de convergencia de las vías, el objeto que está más lejos parecerá más grande para nuestro cerebro, a pesar de que ambos objetos son del mismo tamaño en realidad.
Esta ilusión ocurre porque nuestro cerebro asume que los objetos similares en un entorno tridimensional seguirán la perspectiva natural del espacio, y por lo tanto, interpreta mal el tamaño relativo de los objetos. Es un ejemplo fascinante de cómo nuestras percepciones visuales pueden ser engañadas por las pistas contextuales que reciben.