Querido primo,
Hoy me encuentro escribiendo estas palabras con el corazón pesado por tu ausencia. Tu partida ha dejado un vacío que no puede ser llenado, y el dolor de tu pérdida es difícil de expresar con palabras.
Recuerdo con cariño los momentos compartidos, las risas y las travesuras de nuestra infancia. Tu luz y tu alegría eran contagiosas, y la noticia de tu partida ha dejado un hueco en mi corazón. Aunque ya no estés físicamente entre nosotros, tu memoria perdurará en cada recuerdo y en cada anécdota que compartimos.
Hoy, esta carta a un primo fallecido es un intento de honrar tu vida y expresar la gratitud por haberte tenido en la familia. Descansa en paz, querido primo. Que encuentres la serenidad en el más allá, y que tu espíritu siga iluminando nuestras vidas.
Con amor y eterna añoranza,
[Tu Nombre]