Querida mamá,
Es difícil expresar con palabras la mezcla de alegría y tristeza que siento al escribirte. Han pasado los años, pero tu ausencia sigue dejando un hueco profundo en mi corazón. Esta vez, quiero compartirte una noticia agridulce: el nacimiento de tu nieto, a quien no tuviste la oportunidad de conocer en persona.
Cada risa, cada primer paso, y cada pequeño logro de tu nieto me recuerdan cuánto te extrañamos. Su llegada ha llenado nuestros días de luz y amor, pero siempre hay un espacio reservado para ti en nuestras vidas y en su corazón.
Imagino cómo hubieras disfrutado de esos momentos mágicos de la infancia, compartiendo cuentos y enseñándole tus sabias lecciones de vida. Aunque no estés físicamente presente, tu legado vive en las historias que le contaré sobre su abuela amorosa y llena de bondad.
Te extrañamos, mamá, especialmente en los momentos especiales que compartimos con tu nieto. Aunque no pudiste abrazarlo con tus brazos, tu espíritu está tejido en el amor que nos une como familia. Siempre serás una presencia eterna en nuestro hogar y en nuestros corazones.
Con amor y gratitud eterna,
[Tu Nombre]