Querido papá,
En este momento de despedida, las palabras se vuelven insuficientes para expresar el dolor y la tristeza que siento por tu partida. Aunque físicamente ya no estás a mi lado, tu presencia y tus enseñanzas siguen vivas en mi corazón.
Recuerdo los momentos compartidos, tus sabios consejos y tu amor incondicional. Tu partida deja un vacío inmenso, pero también deja un legado de amor y valentía que llevaré conmigo siempre. Agradezco cada sacrificio, cada sonrisa y cada lección que compartiste conmigo.
Esta carta de despedida de una hija a su padre fallecido es un adiós doloroso, pero también una expresión de gratitud por haber tenido el privilegio de llamarte papá. Descansa en paz, querido padre. Que encuentres la serenidad en el más allá y sepas que siempre serás mi héroe.
Con amor eterno,
[Tu Nombre]