Por las obras, y no por el vestido, es el hombre conocido.
No es suficiente vestir ropas caras y elegantes para pasar por un caballero o señora. Hay que demostrarlo actuando como tal. Sería similar el conocido refrán: «El hábito no hace al monje».
No es suficiente vestir ropas caras y elegantes para pasar por un caballero o señora. Hay que demostrarlo actuando como tal. Sería similar el conocido refrán: «El hábito no hace al monje».
En chica casa, gran hombre cabe.
Es una falta de educación menospreciar a las personas por lo que son o lo que tienen.
Una casa humilde puede albergar una gran persona.
Es una falta de educación menospreciar a las personas por lo que son o lo que tienen.
Una casa humilde puede albergar una gran persona.
Lo que te cubre, te descubre.
Al igual que otros refranes anteriores, indica que el vestido no hace a una persona educada o cortés. Solamente son apariencias. Lo mismo nos indica este refrán: «Una buena capa, todo lo tapa», aludiendo a las personas que se fían solamente de las apariencias.
Al igual que otros refranes anteriores, indica que el vestido no hace a una persona educada o cortés. Solamente son apariencias. Lo mismo nos indica este refrán: «Una buena capa, todo lo tapa», aludiendo a las personas que se fían solamente de las apariencias.
Quien presta a un amigo, compra un enemigo.
El dinero es una delicada cuestión, que viene a decir que dejar dinero a un amigo suele traer bastantes problemas. La cortesía, obliga por ambas partes. Por un lado no debería pedirse. Por otro, una vez pedido, no debería negarse. Hay otro refrán muy ilustrativo sobre el tema: «Quien deja dinero a un amigo, pierde dinero y pierde amigo».
El dinero es una delicada cuestión, que viene a decir que dejar dinero a un amigo suele traer bastantes problemas. La cortesía, obliga por ambas partes. Por un lado no debería pedirse. Por otro, una vez pedido, no debería negarse. Hay otro refrán muy ilustrativo sobre el tema: «Quien deja dinero a un amigo, pierde dinero y pierde amigo».
Hablando se entiende la gente.
Una persona educada nunca pasa a los hechos, sino que utiliza las palabras. Hablar es el mejor modo de evitar comportamientos violentos y poco educados.
Una persona educada nunca pasa a los hechos, sino que utiliza las palabras. Hablar es el mejor modo de evitar comportamientos violentos y poco educados.
Entre padres y hermanos, no metas tus manos.
Nunca se debe inmiscuirse en conflictos o temas familiares. No tiene que hacerse ningún papel de mediador si éste no ha sido solicitado. Sea educado y absténgase de intervenir.
Nunca se debe inmiscuirse en conflictos o temas familiares. No tiene que hacerse ningún papel de mediador si éste no ha sido solicitado. Sea educado y absténgase de intervenir.
No hay tal maestro como Fray Ejemplo.
Como hemos señalado en otras partes de la Web, el ejemplo es una de las mejores enseñanzas que podemos dar a nuestros hijos y a las personas que tenemos alrededor.
De personas educadas es fácil que salgan personas educadas. Así nos lo indica este refrán: «Lección bien aprendida, tarde o nunca se olvida».
Como hemos señalado en otras partes de la Web, el ejemplo es una de las mejores enseñanzas que podemos dar a nuestros hijos y a las personas que tenemos alrededor.
De personas educadas es fácil que salgan personas educadas. Así nos lo indica este refrán: «Lección bien aprendida, tarde o nunca se olvida».
Lo que es moda, a veces incomoda.
Quiere indicar el pequeño «castigo» que algunas personas sufren por la tiranía de la moda, y su pequeño o gran tributo que la misma les pasa: no estar muy cómodos pero ir a la moda. Puede ir arreglado y elegante sin vestir prendas de moda.
Quiere indicar el pequeño «castigo» que algunas personas sufren por la tiranía de la moda, y su pequeño o gran tributo que la misma les pasa: no estar muy cómodos pero ir a la moda. Puede ir arreglado y elegante sin vestir prendas de moda.
Cuanto te sientes a comer los codos en la mesa no has de poner.
Ya en los manuales de urbanidad, se indicaba que los brazos no deben reposar en la mesa apoyando los codos sino el antebrazo. No obstante, cada vez es mas usual ver a las personas apoyar los codos en la mesa, teniendo cierta permisividad a consentirlo cada vez en mayor medida.
Ya en los manuales de urbanidad, se indicaba que los brazos no deben reposar en la mesa apoyando los codos sino el antebrazo. No obstante, cada vez es mas usual ver a las personas apoyar los codos en la mesa, teniendo cierta permisividad a consentirlo cada vez en mayor medida.
Las señoras no tienen espalda, ni lo hombres deben darla.
Hace referencia a la descortesía que supone dar la espalda a cualquier persona. Hay que tratar en cualquier corrillo o tertulia no dar la espalda a ninguno de los invitados.
Hace referencia a la descortesía que supone dar la espalda a cualquier persona. Hay que tratar en cualquier corrillo o tertulia no dar la espalda a ninguno de los invitados.
Educación y pesetas, educación completa.
Siempre se ha relacionado la buena educación con el dinero. Lo que viene a ser un hecho relativamente cierto al poder pagar una buena educación en un buen centro si se tiene dinero. En la actualidad, existe ya la educación pública que cubre, en cierta medida, este hueco que antaño no existía, y cuando solo se educaban las personas con recursos.
Siempre se ha relacionado la buena educación con el dinero. Lo que viene a ser un hecho relativamente cierto al poder pagar una buena educación en un buen centro si se tiene dinero. En la actualidad, existe ya la educación pública que cubre, en cierta medida, este hueco que antaño no existía, y cuando solo se educaban las personas con recursos.
Secreto entre reunión es de mala educación.
Da lo mismo que sea una reunión que cualquier otro tipo de encuentro. Es de mala educación la costumbre de contar «secretos» al oido, cuando se está con más gente. Y aún menos acompañarlo de miradas, risas o cualquier otro gesto, que puede sembrar desconfianza o suspicacias entre los presentes.
Da lo mismo que sea una reunión que cualquier otro tipo de encuentro. Es de mala educación la costumbre de contar «secretos» al oido, cuando se está con más gente. Y aún menos acompañarlo de miradas, risas o cualquier otro gesto, que puede sembrar desconfianza o suspicacias entre los presentes.