Indica la necesidad de evitar meterse en asuntos ajenos o conversaciones ajenas. Somos muy proclives a meternos donde no nos llaman.
Haz lo que bien digo y no lo que mal hago.
Como hemos dicho, las obras diarias son el mejor ejemplo, pero si actuamos mal o vemos que otros lo hacen, no es motivo para tomarlo de disculpa. Una mala actuación no debe servirnos de ejemplo.
De hombres bien nacidos es ser agradecidos.
Debemos agradecer cualquier regalo o muestra de afecto (aunque el obsequio no sea en exceso de nuestro agrado). Podemos decir de forma similar: «Al agradecido, más de lo pedido», para indicar que siempre debemos mostrar agradecimiento por algo. No ser agradecido, es una falta de educación. Se indica en este refrán: «Al ingrato, con la punta del zapato».
A Buen servicio, mal galardón.
Al igual que el anterior refrán , hace ver gente que no devuelve ningún tipo de cortesía o agradecimiento. Igual expresión se puede ver en este refrán: «Donde un favor se hace, un ingrato nace», viniendo a decir que no se agradece ni aprecia la ayuda o favor prestado.
Se olvida una buena acción, pero no un buen bofetón.
Actuar de forma correcta, puede olvidarse, pero un mal comportamiento es muy difícil olvidarlo, y puede ser recriminado cientos de veces. Es mejor actuar de forma correcta y pasar desapercibidos que no nos recuerden por un pésimo comportamiento o actitud.
A donde te quieren mucho, no vayas a menudo.
No se debe abusar de la hospitalidad de unos buenos anfitriones. Las visitas demasiado reiteradas o muy prolongadas pueden llegar a cansar. Otro refrán nos lo corrobora: «La visita, cortita». Hay un dicho un poco tosco que dice: «Las visitas como el pescado, al tercer día huelen».
Huéspedes de repente, ni me los mientes.
Hacemos referencia a las visitas inesperadas, que a veces, se presentan en los momentos más inoportunos. No se debe ir de visita, sin un previo aviso (llamada o carta).
Al comprar una casa, piensa en el vecino que con ella pasa.
La convivencia, es un punto fundamental de las relaciones humanas. Cuando nos vamos a vivir a una nueva casa o piso, lo hacemos en comunidad y por eso el refrán indica que hay que saber un poco a que vecindario o tipo de personas vamos a tener por vecinos.
Cual te hallo, te juzgo.
Hay personas que juzgan solamente por la apariencia, y no ahondan en la personalidad y el carácter de la persona.