El rey Ramiro II, por su condición de monje, fue mal recibido por los
nobles de Aragón, que le despreciaban precisamente por su clerecía.
Intranquilo y angustiado por esto, envió un mensajero al abad del
monasterio de San Ponce de Tomeras, al que había pertenecido, para
pedirle consejo. El abad escuchó atentamente al mensajero y, sin mediar
palabra, lo llevó al huerto del monasterio. Una vez allí, el abad sacó
un cuchillo y comenzó a cortar las coles que sobresalían de la
plantación. Cuando acabó, le dijo al sorprendido mensajero: -«Ve y
explícale al rey lo que acabas de ver». Dicho y hecho. De nuevo ante su
rey, el mensajero relató a éste lo sucedido con el abad. Ramiro II
entendió el significado y convocó a los nobles para unas Cortes que se
debían celebrar en Huesca, lanzando el rumor de que se proponía fundir
una campana cuyos tañidos se oyesen en todo el reino. Los llamados
acudieron a la cita. Ramiro II, por su parte, había aleccionado a
hombres de su confianza y les apostó, bien armados, en una sala del
palacio real oscense. A medida que entraban los nobles, uno a uno, iban
siendo decapitados y puestas sus cabezas en el suelo, formando un
círculo. Cuando éste se hubo cerrado, fue decapitado el capitoste. Su
cabeza, colgando de una cuerda, fue puesta en el centro del tremendo
redondel, a modo de badajo. Y sí, los tañidos de esta campana se oyeron
bien: los nobles escarmentaron y el rey pudo gobernar tranquilo.
UBICACION DE LA LOCALIDAD Comarca: Huesca Provincia: Huesca Población:
49.676 habitantes Altitud: 488 m. Posible castro iberorromano en sus
orígenes, dominando desde la escueta altura del cerro la zona que hoy
conocemos como La Hoya, Huesca aúna hoy el centro histórico y
monumental, y la capitalidad del Alto Aragón.