El 24 de marzo de 1887 soñó Don Bosco lo siguiente: Soñé que estaba en medio de unas matas de uva en tiempos que no son de cosecha. Las uvas en mi tierra se cosechan en septiembre y ahora apenas estábamos en marzo. Y al ver semejante cantidad tan grande de racimos exclamé: – ¡Qué hermosa está la uva! Este año tenemos una cosecha muy abundante.
Y oí que mi hermano José me decía: – Es necesario recoger ahora todo lo que se pueda, mientras hay abundancia, porque van a venir tiempos de mucha escasez.
– ¿Por qué va a llegar esa escasez? – Porque la gente abusa de la abundancia. Cuando tienen mucho vino, toman mucho vino.
Puede referirse no solo a la cosecha de uvas sino también a las vocaciones. En aquel año San Juan Bosco tenía alrededor de 100 novicios. Había que aprovechar estos años de abundancia, porque después llegarían los años de gran escasez de vocaciones.